La web 2.0 y yo

domingo, 9 de marzo de 2008

Mi relación con la Internet empezó en la pubertad, a mis cortos 12 años. En esa época utilizar la red más grande del mundo y alquilar una cabina, era casi gastar la mesada de la semana, pero valía la pena entrar a ese universo virtual donde el planeta tierra no aparentaba ser tan grande como decían ya que entablabas conversaciones con personas de México, España, Costa Rica con ayuda del ahora impopular Latinchat. Así fue mi primera vez con la Internet y su Latinchat.

Luego provino mi relación con MSN Messenger, más popular, más personalizada, más dinámica. Adiós Latinchat; bienvenida MSN. Fue un “boom” su aparición, tener los correos de toda tu promoción escolar, del barrio, de la academia y hablar a toda hora volvía a este programa como un vínculo familiar; parte necesaria de nuestra vida virtual para comunicarnos con amigos. El mundo del Internet, con el MSN, estaba completo, más allá de ella solo veía a Google; búsqueda de información instantánea: tareas de colegio, bandas de rock y juegos. La vida virtual –como dije- estaba completa.

Nunca me interesó la existencia de otros programas o páginas Web de igual o mejores que el MSN, hasta hace un par de años atrás.

Terminando mi secundaria los cibernautas asiduos a las cabinas de Internet cerca a mi casa hablaban de programas como IMESH, ARES, KAAZA. Programas que me interesaron en un principio pero que luego abandone por su complejidad y lo parsimonioso que eran al descargar música, videos, fotos, ya que de eso se trataban estos programas; descarga gratuita de archivos.

Poco después observaba niños, adolescentes y hasta adultos pegados a las máquinas contemplando y vinculándose con Gunbound, un juego donde no sirves si te tiembla la mamo y en el que el principal objetivo es darle con un cañón al antagonista hasta que muera, y así poder ganar GOLD (dinero virtual) para poder vestir a tu muñeco virtual. En el corto tiempo que me vinculé con esta nueva atracción me di cuenta que me era una especie de juego con características parecidas al MSN; encontrabas a tus amigos en línea y jugabas con ellos. A la larga lo único que causó esta atracción en mi yo virtual era irritación, ¿por qué?, fue tan fuerte el impacto de este juego que en todas las cabinas, a todas horas, sin discriminación de sexo, religión o posición económica encontrabas a ludópatas jugando de 5 a 6 horas Gunbound, con el único objetivo de convertirse en un Dragón plateado (máximo nivel) volviéndose difícil conseguir una cabina desocupada.
Hasta entonces estos programas y juegos no llamaban mi atención solo causaban aburrimiento y cólera, como dije, mi mundo era el MSN, Google y recientemente Radioblog: música de todo tipo en línea.

Poco a poco me daba cuenta que la vida virtual –como toda vida- no era estática, sino que estaba en constante dinamismo y modernizaciones como a la velocidad de un mensaje de texto; los cibernautas ahora hablaban de MySpace, HI5, Blogger que, como siempre, no cautivaba mi atención. Hasta que me cansó tanto fastidio por mi no asociación con estos sitios Web, es increíble la manera en que las personas te condenan por no ser parte de su grupo social-virtual. Me agotaron las preguntas: “¿tienes hi5?”, “¿por qué no tienes hi5?”, “¿ya te creaste un hi5?”, “¿tú eres loco par no tener hi5, no?”. ¡Al diablo! Al poco tiempo me cree un hi5; colgué una foto mía; lo decoré de matices oscuros y escribí mis datos personales para gusto de la afición virtual. Por mi imaginación nunca cruzó tanto gusto por esta Web. Los comentaros en mi foto y en mi perfil provocaron que colgara más imágenes y lo redecorara mejor. Ya no era suficiente el hi5 por consiguiente me cree una cuenta en MySpace, en blogger, en IMEEN, en Youtube. En todos ellos decoraba y trataba de colgar archivos interesantes que provocaran el estímulo de dejar un comentario positivo o negativo ya que, extrañamente, me sentía angustiado si no comentaban.

Fue tan grande el impacto –creo que no solo en mí sino en todos- de este estilo de páginas Web que no había una persona joven si un hi5 o un MySpace. Podías encontrar a la chica que te gusta en el amigo de los amigos de tu amigo y tratar de flirtear poniéndole un comentario encantador con tu correo electrónico para que posiblemente te agregue. Y su utilización era variada: promocionar grupos de rock con IMEEN, Youtube, o MySpace o crear un tipo de blog parecido al Busco Novia de Renato Cisneros. Por consiguiente creo que mi mundo virtual está completo, al menos hasta que aparezcan páginas o programas más interesantes.
[mi primer video colgado en Youtube, un concierto en mi cuarto]

1 comentarios:

Ingrid Fiestas dijo...

que buen video ...es para verlo cada vez que uno kiere sonreir