concierto en el callao

lunes, 19 de mayo de 2008


Una botella de ron, quince soles y una chompa abrigadora son suficientes para pasarla bien con tus amigos. Un celular robado y una furia incontrolable fueron suficientes para decir que la noche del viernes fue la más larga, angustiante, e interesante salida que tuve hasta este momento de mi existencia.
Salir de noche desde Santa Anita hasta el callao, puede resultar más que una excursión peligrosa, pero el acontecimiento lo ameritaba, pues lo que nos esperaba en el viejo puerto era el concierto punk rock de la historia al precio más cómodo de todos los tiempos: un nuevo sol.
Josimar, xexe y yo habíamos planeado con anticipación la salida a este concierto donde nos esperarían grupos como Diazepunk, leucemia, 6 voltios, contracorriente entre otros desconocidos, íconos de la música subte peruana. Así que sin más demoras vestí mi casaca gris; pantalón negro, mis infaltables North Star, y enrumbe en la búsqueda de mis compañeros.

Para mi buena suerte los buscados por mi yo rockero (mejor dicho mis amigos) se encontraban esperándome. Sin más demoras tomamos el primer taxi que vimos y nos enrumbamos al callao mientras que en el trayecto comentábamos sobre las expectativas de lo que sería este evento. No pude contener la alegría ya que hace mucho tiempo que no salía a una movida de tal magnitud.

Una enorme cola cerca de las afueras de concierto me hizo pensar que los postulantes a la Universidad Mayor de San Marcos se habían duplicado tanto que los trasladaron a realizar sus trámites en la noche ya que el concierto se realizaría en dicha institución. Pero grande fue mi sorpresa cuando me enteré que la enorme cola era de los chicos que querían ingresar al concierto, igual nos colocamos en la cola.
Esperamos alrededor de 20 minutos, mientras para no hacer más ansiosa la espera bebíamos una botella de ron, aún así mi desesperación era grande, en un intento desesperado decidí averiguar que es lo que estaba sucediendo en la entrada. Cuando llegue allí un gran tumulto de jóvenes vestidos de negro exigían que los dejen entrar, pero las puertas estaban totalmente cerradas. Prácticamente me desanime y pensé en retirarme, no sin antes decirles a mis amigos que, al parecer, ya no se realizaría ningún concierto.
No los encontré donde los deje, ni allí ni en las dos veces que recorrí la cola, “me dejaron, que cag….”dije enojado, así que me disponía a retirarme cuando a lo lejos Josimar y Xexe me llamaban a gritos que venga rápido. Al parecer era una pelea lo que había. Pero no era otra cola demasiado pequeña para que tres chicos angustiados entren rápido y así fue: entramos. Ahora solo teníamos que dejarnos guiar por la música para disfrutar de aquel megaconcierto.
El concierto era al aire libre, sin techo y el pogo ya era iniciado por contracorriente un pogo hardcore asesino, donde si entra un flaquito sin fuerza es probable que sea atendido por el equipo de paramédicos que se encontraba al costado del escenario; o si uno quiere que el golpe no le duela; estaba la cerveza en todas los lugares visibles del recinto; anestésicos del duro golpe que uno podía recibir; entonces no queríamos sentir el golpe, así que compramos una caja de cerveza entre los tres y nos sentamos a ver como se abollan entre sí.

Esperamos con mucho entusiasmo a que toque diazepunk, era el momento central del concierto; el momento cumbre, mientras era abordado por una emoción típica de una fan enamorada de Servando y florentino no presté atención a lo que xexe estaba haciendo: guardaba su gorro, su billetera y sus chelas en el quiosco, hice caso omiso a su recomendación y me aventuré con todo el celular y billetera a ver de cerca de charly, a guti, a takeshi, a Javi y a mapache, no quería poguear solo acercarme al estrado y cantar y saltar.
Poco a poco la gente se asfixiaba con la presión que venia de afuera, las zapatillas volaban por los cielos y cuerpos sudorosos caían del escenario. La canción abre los ojos fue un himno para toda mi promoción escolar y una de las canciones que simbolizaron mi adolescencia y cargaría mayor significado con lo que pronto ocurriría…

“Bueno gente con esta canción nos quitamos haber si se la saben… a pasado el tiempo he visto tanto entrando y saliendo desde este lugar…” decía y cantaba Charly el vocalista.
Mientras cantaba y me dejaba llevar por la euforia del concierto y el trago sentí como lentamente se deslizaba una mano desde mi espalda hasta mi bolsillo donde se encontraba mi celular, y rápidamente sentí como el bulto de mi motorola desapareció. Al voltear solo encontré caras sudorosas cantando y saltando. Quise esperanzarme de la idea de que estaba en el suelo, y en un intento desesperado me sumergí entre el mar de piernas por más de 5 minutos, inclusive después de haber acabado de tocar diazepunk. Lamentablemente no lo encontré y tuve que irme resignado a mi casa.
Ya en mi hogar solo me quedaba resignarme a la idea de que otro vivo me robo mi celular y prácticamente nunca lo recobraría.



[video de diazepunk: abre los ojos]